La licitación para automatizar el servicio
del 114 fue la primera en que nuestro grupo tuvo que presentar el presupuesto.
No podría asegurarlo pero me parece que fue para SADE.
Uno de los puntos conflictivos (por las
características de los equipos disponibles en ese momento) fue la exigencia que
la respuesta oral “mantuviera las formas y la entonación habitual”.
En esa época había en lo que llamamos AMBA
(área Buenos Aires) características de dos y tres dígitos. Solamente los más
viejos nombraban la característica con el nombre de la central (es decir en
lugar de cuarenta y cuatro cuatro nueve cinco ocho, decían Juncal cuatro nueve
cinco ocho).
Pero el tema era que las centrales de tres
dígitos se leían diferente: 792 se decía siete nueve dos y 44 se decía cuarenta
y cuatro. La entonación sí era la misma, separando en el segundo dígito (parada
para respirar: cuarenta y cuatro, respirar, cuatro, nueve, respirar, cinco,
ocho).
Hicimos algunas pruebas y el resultado fue
horrible. Componer todo el audio nos retrasaba demasiado la respuesta y nos
exigía un trabajito que no podíamos cuantificar.
Así que inexpertamente, pusimos que nuestra
oferta no cumplía con lo pedido en el pliego de mantener la entonación y que
ofrecíamos la composición del mensaje oral con el ritmo que dieran los accesos
a disco. Contentos con nuestra honestidad intelectual esperamos el resultado.
No sé realmente si fue por eso o por otros
motivos, la oferta en la que participamos fue descalificada.
Grande fue nuestra sorpresa cuando años más
tarde se implementó el 114 y la respuesta hablada armaba el mensaje oral con el
ritmo de los accesos a disco!
Originalmente (desde la epoca de la Unión Telefónica) las centrales telefónicas (en modulos de 10.000 abonados a discriminar con 4 digitos) tenian características de 2 digitos y se identificaban con nombres ligados a su posición geográfica. En un edificio existían normalmente 2 o 3 centrales, y es así que teniamos edificios como Urquiza-Drago (en este trabajé en mis inicios) o Juncal-Plaza-Callao.
Con el aumento de la cantidad de abonados y consecuentemente de centrales y edificios, a mediados del siglo pasado comenzaron a usarse caracteristicas de 3 digitos (los 2 primeros identificaban el edificio y el tercero la central dentro del mismo). Esto ademas permitía optimizar el numero de enlaces entre edificios, ya que por la tecnologia empleada (mando directo con selectores “paso a paso”) antes debían separarse según la central a acceder.
Estos cambios hicieron desaparecer la identificacion de la central por nombre.
Respecto al “110” o servicio de Informaciones, este evacuaba las consultas sobre el número telefónico de abonados a partir del nombre. En realidad este servicio sigue existiendo con el nombre de servicio de Guia y al contrario de lo afirmado por Hugo, respecto a que quedó practicamente sin necesidad por la aparición del telediscado (DDI), se ha ampliado la informacion que suministra. Actualmente tambien se consulta el prefijo interurbano del DDI correspondiente a la localidad de destino, mientras que antes bastaba con indicar a la operadora el nombre de la misma.
Respecto a antecedentes a la licitación mencionada por Hugo, puedo mencionar que ya en 1964 la Division Planes Fundamentales de ENTEL habia elaborado diagramas con propuestas alternativas de prestación del servicio mediante el uso de computadoras y en 1969 el Centro de Procesamiento de Datos elaboró un estudio para su implementación. Una copia de los mismos que se encontraba en mi poder (participé en ambos), se la entregué a Federico Novick, integrante del proyecto SAMCA , que se encontraba elaborando un documento sobre la teleinformatica pre-Internet a efectos de su escaneo. Si por casualidad lee este comentario le recuerdo que esta pendiente su devolución.